10 de Febrero - 2020 - Manuel Mazzanti desde Cabo Cañaveral, FL
Después de casi diez años de diseño, planeamiento, desarrollo y construcción, la sonda Europea “Solar Orbiter” despegó anoche a bordo de un cohete Atlas V de la empresa ULA (United Launch Alliance) rumbo al Sol.
La nave, que ya envió sus primeras señales a la Tierra reportando su buen estado de salud, es el resultado de esfuerzos conjuntos entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA. Solar Orbiter tardará casi dos años en llegar a destino gracias a precisas maniobras conocidas como asistencias gravitacionales con la Tierra y Venus. Esto es, utilizará las fuerzas gravitatorias de ambos planetas para ir ganando velocidad y posicionarse en lo que se denomina su “órbita operacional” alrededor del Sol.
Solar Orbiter / Crédito: ESA
No es la primera vez que los humanos nos aventuramos a enviar naves al Sol. Desde 1990, con el lanzamiento de Ulysses (otro esfuerzo NASA-ESA), diez misiones han estudiado a nuestra estrella con diferentes objetivos, desde el viento solar, ondas de plasma, radiación y hasta su campo magnético, entre otros.
Con el avance de la tecnología en estos últimos 30 años, Solar Orbiter nos propone ahora dar un paso mas allá y porqué no, tratar de responder algunas preguntas trascendentales para entender al Sol y su relación con el Sistema Solar, los planetas y hasta la vida en la Tierra. ¿Cómo se genera el viento solar y dónde se origina el campo magnético de la corona del Sol? ¿De qué manera las erupciones solares producen partículas de radiación energética que llenan luego toda la heliosfera (la atmósfera solar) hasta los confines de nuestro Sistema Solar?
Solar Orbiter lleva 10 instrumentos científicos que permitirán estudiar la turbulenta y por momentos violenta superficie del Sol y los cambios que se producen en el famoso “viento solar”, que fluye hacia fuera de la estrella a gran velocidad.
Pero quizás lo más esperado por los científicos de la misión es que subsecuentes asistencias gravitacionales con la Tierra y Venus permitirán a la sonda cambiar e inclinar su órbita, logrando de esta forma salir del plano de la eclíptica (el plano donde orbitan todos los planetas alrededor del Sol) y poder así fotografiar de manera directa los polos del Sol, algo jamás logrado ahora ahora. Seremos testigos, por primera vez en la historia, de imágenes de los polos del Sol.
El lanzamiento del Solar Orbiter fue especial. A lo largo de mis 10 años cubriendo el programa espacial en Cabo Cañaveral, he vivido momentos históricos e inolvidables, pero cuando una misión engloba el esfuerzo colaborativo de diferentes agencias gubernamentales y científicos de todo el mundo, la sensación es diferente, se siente como un objetivo global, planetario diríamos, de todos.
Los principales responsables de la misión por parte de la ESA viajaron hasta el Centro Espacial Kennedy, lo mismo hicieron parte de sus equipos de trabajo, muchos experimentando un lanzamiento por primera vez desde los Estados Unidos, otros siendo su primera vez en la NASA. La prensa europea se hizo presente con periodistas de casi todos los países miembros de la ESA, Francia, Inglaterra, Alemania, España, Italia, entre otros. El intercambiar experiencias con ellos también lo hace diferente.
Atlas V en su configuración 411 en la plataforma de lanzamiento / Foto: Manuel Mazzanti
El día previo al lanzamiento, y como es costumbre, la NASA nos dió a los fotógrafos acceso a la plataforma de lanzamiento para que pudiésemos instalar y dejar nuestras cámaras remotas, que se activan con un sensor de sonido al momento del lanzamiento. El sonido durante un despegue es tan fuertes que hace imposible que una persona pueda estar presente a menos de 2-3 Km de distancia, las ondas de sonido pueden, literalmente, hacer mucho daño y hasta matar a una persona. Estar en la plataforma es un momento que disfruto mucho ya que uno puede pararse enfrente y admirar esa maravilla de ingeniería que son los cohetes. Apreciar su altura, textura, colores, ver su cofia e imaginarse a la sonda dentro lista para salir sabiendo que jamás volverá a la Tierra. Solo tenemos unos minutos para dejar las cámaras, elegir la composición de las fotos, probar que estén funcionando y dejarlas. No es nada fácil para un fotógrafo dejar su cámara. Acostumbrados a que sea una extensión de nuestra cuerpo, “abandonar” una cámara a la intemperie, solo resguardadas por una bolsa o un caja, nos da una sensación de vacío y ansiedad que solo va mejorando luego de haberlo hecho varias veces. Esa ansiedad de no saber si la cámara funcionará como uno espera, sólo será apagada con la alegría y satisfacción de haber logrado una buena imagen. Es en ese momento cuando uno quiere hacerlo una y otra vez.
Instalando una de mis cámaras remotas dentro de la plataforma SLC-40 en Cabo Cañaveral, que produciría la foto que vemos abajo / Foto: Manuel Mazzanti
Solar Orbiter me daría la oportunidad de fotografiar por primera vez a un cohete Atlas V de ULA (empresa que combina los esfuerzos de los gigantes Boeing y Lockheed Martin). Y en este caso en particular, un Atlas V versión 411, que además de sus tradicionales y famosos motores rusos RD-180, son acompañados por un pequeño mini cohete o “booster" de combustible sólido en uno de los laterales que le da una apariencia extraña y asimétrica, difícil de asimilar en cualquier cohete. Tory Bruno, CEO de ULA y siempre dispuesto a contestar preguntas a través de su Twitter (@torybruno), mencionó la gran capacidad de esta configuración que permitirá darle al Solar Orbiter la energía exacta para insertarlo en la órbita deseada. De hecho el lanzamiento fue tan preciso que evitará que la nave tenga que hacer maniobras de corrección, permitiendo ahorrar en combustible y con ello, la vida útil de la sonda. Todos agradecidos.
Solar Orbiter despega abordo de un cohete Atlas V 411 desde la plataforma SLC-40 en Cabo Cañaveral / Foto: Manuel Mazzanti
Foto de una de mis cámara remotas captando en detalle los motores del Atlas V 411 al momento del despegue. Dos RD-180 de combustible líquido y un “booster” de combustible sólido montado a la derecha / Foto: Manuel Mazzanti
Esa misma tarde, la ESA había organizado una conferencia de prensa en un hotel de Cabo Cañaveral y por suerte pude llegar a tiempo. El equipo de comunicación de la ESA presentó puntualmente a los oradores y con una maqueta en escala de la sonda mediante, pudimos obtener más información y tener respuestas sobre detalles más íntimos de la misión, que como mencioné al principio de la nota, lleva casi 10 años de planeamiento. “La paciencia es un elemento clave”, afirma Cesar García Marirrodriga, el Project Manager de la misión. Luego de la conferencia, el español nos comparte aún mas detalles a algunos medios de habla hispana, “como transformarse en la persona que administra los intereses de todos no es tarea fácil, por eso ser paciente y persistente es vital. Todos quieren incluir algo en la nave, cada país, cada grupo científico, todos empujan por su parte, hasta que llega el momento de decidir y tomar la decision. Es muy estresante, pero una experiencia apasionante. Una vez que la decision está tomada, no hay vuelta atrás sino luego el proyecto comienza a atrasarse con el riesgo de demorar la fecha de lanzamiento”
El español Cesar Garcia Marirrodriga (centro), Manager del Proyecto Solar Orbiter, junto a sus colegas la profesora Louise Harra (izquierda), basada en Davos y el Profesor Sami Solansky (Derecha) uno de los directores del instituto Max Planck, explicando detalles de la misión a miembros de la prensa / Foto: Manuel Mazzanti
“¿Por qué están lanzando con un Atlas V desde Cabo Cañaveral y no con un Ariane 5 europeo desde la Guyana francesa?”, le pregunto. “Bueno, esto es una misión conjunta. ESA aportó $800MM de dólares y la NASA otros $300MM, incluyendo el lanzamiento. Por lo que nos pareció acertado y ESA no tenía que además preocuparse por ese costo. La verdad que no importa tanto el lanzador, pero sí que la nave sea lanzada en su trayectoria correcta”. Que fue lo que felizmente pasó.
El español Cesar Garcia Marirrodriga, Manager del Proyecto Solar Orbiter, hablando con la prensa de habla hispana luego de la conferencia de prensa / Foto: Manuel Mazzanti
Al día siguiente, y a la hora señalada (11:03pm), el poderoso Atlas V convirtió a la noche en día y cumplió con su promesa de sacar del planeta al Solar Orbiter para llevarlo en un viaje de exploración único que tendrá en un par de años a varios cientos de científicos en vela y a muchos de nosotros, apasionados por la exploración espacial, ávidos de nuevo conocimiento sobre nuestro Astro Rey.
Manuel Mazzanti - manuel@manuelmazzanti.com